Comprueba la dirección de quien te envía el email. Incluso si aparece el nombre del banco al principio, debes de fijarte en el dominio tras el @. Si no es de ING o es una variación extraña, desconfía. En este caso es @proximus.be, que no es ningún dominio de ING. Y si tienes dudas, revisa otros correos que te hayamos enviado con anterioridad.
Atento a los pequeños detalles de diseño. Puede ser un logo o un color que no acabe de encajar, y sea muy diferente a nuestras comunicaciones habituales. En este caso el botón es extrañamente grande comparado con los que usamos normalmente.
Fíjate en cómo está escrito. Este en concreto tiene muchas mayúsculas, que no solemos usar, y alguna falta de ortografía, que es muy raro que se nos escapen.
Nunca te pediremos validar o cancelar una operativa con un clic. En caso de duda, lo mejor es que no hagas clic en nada y accedas directamente a través de la web o de la app en tu móvil.