La segunda vivienda es aquella que se compra bien como residencia vacacional (un chalet, un apartamento en la playa…) o como inversión (por ejemplo, para alquilarla). Esta diferencia hace que si necesitas una hipoteca para financiar la compra, esta también sea diferente a la que se pide para adquirir la vivienda habitual.
Diferencias de una hipoteca de segunda vivienda
Las hipotecas para segunda vivienda se diferencian sobre todo en el plazo de amortización del préstamo, el porcentaje máximo de financiación y en los requisitos exigidos para su concesión.
Los requisitos de estas hipotecas son diferentes porque los bancos consideran que son un producto de mayor riesgo, ya que, en caso de dificultad para pagar los préstamos, la hipoteca de la vivienda habitual tiene prioridad y, por tanto, el impago se produciría en la segunda residencia.
Lo que debes tener en cuenta para pedir una hipoteca para segunda vivienda
A la hora de pedir una hipoteca para segunda vivienda, debes tener en cuenta que las condiciones son similares a las de una hipoteca habitual, aunque con alguna particularidad:
Plazo de amortización: suele ser más corto, normalmente hasta 20 o 25 años como máximo.
Porcentaje de financiación: suele ser menor, en torno al 60-70% del valor de tasación de la vivienda.
Mayores requisitos de solvencia
Interés: puede ser de tipo variable, fijo o mixto, aunque algunos bancos aplican un interés más alto en estas hipotecas.
Comisiones: es posible que el banco cobre una comisión de apertura o una comisión por desistimiento si se amortiza la hipoteca antes de finalizar el plazo.
Productos combinados: el interés puede variar según los productos combinados que se contraten, como la nómina o el seguro de hogar.
Requisitos para las hipotecas de segunda vivienda
Los requisitos en las hipotecas de segunda vivienda son más exigentes dadas las características que tienen estas hipotecas. En primer lugar, como el plazo de amortización es menor y el precio de la hipoteca suele ser mayor, las cuotas hipotecarias son más altas, por lo que será necesario un mayor nivel de ingresos.
Por otro lado, al ser menor el porcentaje de financiación, se necesita tener más dinero ahorrado para pagar la parte de la compraventa que no cubre la hipoteca. Si en la hipoteca de vivienda habitual se calcula en torno al 30 %, aquí puede alcanzar el 50 %.
Es posible que el banco pida alguna garantía adicional. Por ejemplo, si tienes pagada la hipoteca de tu vivienda habitual, puedes ofrecer esta como garantía adicional del préstamo.
El resto de requisitos son similares a una hipoteca convencional, como tener un empleo estable y un bajo nivel de endeudamiento.
¿Puedo pedir una hipoteca para segunda vivienda si estoy pagando otra hipoteca?
Se puede pedir una hipoteca para segunda vivienda aunque esté pagando otra hipoteca. Hay tres formas de hacerlo:
Pedir una segunda hipoteca y pagar dos préstamos, con dos cuotas hipotecarias diferentes.
Ampliar la hipoteca existente para comprar la segunda vivienda. El proceso consiste en hacer una novación hipotecaria para ampliar el dinero del préstamo y añadir la segunda vivienda como garantía adicional. La ventaja de este sistema es que solo tienes que pagar una cuota hipotecaria y los gastos son menores.
Rehipotecar la vivienda habitual. Consiste en pedir una nueva hipoteca sobre la vivienda habitual que cancela la hipoteca anterior por un importe mayor. Los gastos de esta operación son más elevados porque tienes que pagar la cancelación de la hipoteca y la constitución del nuevo préstamo hipotecario.
Como ves, las condiciones de la hipoteca para segunda vivienda son diferentes a una hipoteca para vivienda habitual. Por tanto, debes comparar las ofertas que tienen los bancos para saber cuál te conviene según tu situación económica.