Los fondos de inversión van ganando popularidad en nuestro país a medida
que pasa el tiempo. En los últimos
cuatro años, la tenencia de estos productos se ha duplicado en España,
pasando del 6,6 % de las carteras de
inversión de los españoles en 2012 al 13,1 % de 2016, según los datos de
Inverco (Asociación de Instituciones
de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones).
Esto supone que la cultura financiera de los españoles se va ampliando y a la vez, que los productos de
inversión que ofrecen las entidades financieras se van haciendo más accesibles y
sencillos. Porque hace no
mucho tiempo, los fondos de inversión se veían como algo solamente apto para grandes fortunas o expertos
financieros.
Poco a poco, los fondos van calando en la sociedad y se están convirtiendo en una opción a tener en cuenta
para aquellos que buscan rentabilidad y no la encuentran en productos que no viven su mejor momento,
como
los depósitos bancarios. Además, ya no es necesaria una gran cantidad de dinero para invertir
en un fondo.
Ahora basta con… 1 solo euro.
Fondos para todos los bolsillos
Los requisitos para acceder a un fondo de inversión se han relajado con el paso del
tiempo, sobre todo, a
raíz de la crisis. La menor capacidad de ahorro de las familias, potenció el lanzamiento de
fondos aptos
para cualquier tipo de patrimonio.
De este modo, en el mercado conviven actualmente fondos a los que se puede acceder a
partir de una cantidad
con más de tres ceros, con otros con los que solo tendrás que aportar un euro, 10 o 100.
Incluso hay fondos
que no exigen una inversión mínima. Además, las rentabilidades de estos productos están a la altura de los
más sofisticados. Eso sí, hay que prestar atención a las comisiones y
gastos asociados a su contratación.
En muchas ocasiones, este precio de entrada tan reducido y ‘seductor’ se debe a sobrecostes escondidos
por
mantenimiento del fondo, por las inversiones que el gestor realice en nuestro nombre, etc. Por ello,
conviene mirar bien todas las opciones para que ‘lo barato no acabe saliendo caro’.
¿Cómo sacar partido a un solo euro?
Habrá quien piense que entrar en un fondo de inversión con una inversión de un solo euro sea poca cosa y no
vaya a generar ninguna rentabilidad. Pero la cuestión está en que esa inversión se
sostenga y se incremente
en el tiempo, es decir, que se vayan realizando aportaciones periódicas que aumenten esa
cantidad inicial y
puedan generar mayor rendimiento a largo plazo.
Esta costumbre permite a los inversores crear un hábito y aumentar las posibilidades
de rentabilidad.
Supone menos esfuerzo hacerlo de forma habitual, que incrementar las aportaciones una sola vez al año, ya
que se reparte la inversión y se puede ajustar mejor a la economía doméstica diaria. Además, ya sabemos que
si vamos dejando las cosas para el último momento, es más complicado maniobrar si surge algún gasto
urgente.
Con estas premisas ¿quién dijo que invertir fuera solo cosa de grandes fortunas? Ya sabes, con un euro, el
mundo de la inversión también está a tu alcance.
Cada Fondo de Inversión tiene unos riesgos asociados específicos y un nivel de riesgo que puede ser
consultado en el documento de Datos Fundamentales del Inversor, si bien los riesgo asociados
a estos
productos pueden ser geográficos o sectoriales, de mercado, crédito, liquidez, tipos de interés, divisas o
de inversión en derivados.