La fortaleza del euro frente al dólar promete ser una de las tendencias de
inversión en 2018 según el
Informe Estrategia 2018 de Renta 4. La evolución de las divisas es clave para la economía y también para tu
bolsillo e inversiones. Sin embargo, la mayoría de inversores pasa por alto el efecto
de suscribir un fondo
que invierte en activos no denominados en euros, como por ejemplo acciones inglesas, o de
invertir en un
fondo que directamente está denominado en una divisa diferente.
Con cualquier fondo de inversión asumes los riesgos propios de los activos en los que invierte el fondo.
Cuando lo compras en una divisa distinta del euro sumas además la volatilidad y riesgo del cambio de divisa.
De forma resumida, si el fondo sube pero el euro también lo hace, tus ganancias serán menores. Es más, puede
que incluso pierdas dinero sólo por el cambio de moneda. Así, la rentabilidad real no será la que marque el
fondo, ya que deberás tener en cuenta el tipo de cambio.
Cómo funciona el efecto divisa en un fondo
La divisa en la que está denominada el fondo de inversión influye en el
resultado final de la operación.
Para entender este efecto y sus consecuencias, nada como un ejemplo con el
caso más habitual, un fondo
comprado en dólares. Imagina que inviertes 1000 € en una participación de un fondo americano a 20 de
diciembre sin cubrir la divisa. El euro cotizaba a 1,188 $, así que en lugar de 1000 € estarías invirtiendo
1188 $.
Supongamos que vendes más adelante sin beneficio. La participación sigue valiendo 1188 $, que es lo que la
gestora nos reembolsará. El problema es que el euro ha subido y ahora está a 1,24 $. El resultado es que no
recibirás los 1000 € que invertiste, sino 957,057 €. Es decir, aunque el fondo no ha perdido
dinero, tú sí
lo has hecho.
Pero no acaba aquí la cosa, ya que algunos activos pueden estar denominados en otra divisa diferente a la
moneda base del fondo. En este caso, el valor se traslada ese mismo día a la divisa con la que trabaje el
fondo. A modo de ejemplo, un fondo sobre el S&P 500 adquirirá las acciones en dólares. Sin embargo, si
trabaja en euros, deberá traducir esos valores a la moneda comunitaria para calcular
su valor liquidativo.
Pero, ¿podemos aprovechar el riesgo de divisa?
Todas las inversiones, y más la renta variable, tienen cierto riesgo. Invertir en otra divisa podría
sumar
un punto más de riesgo a tu inversión que se añade al propio de los activos del fondo. Eso
sí, si bien el
riesgo de divisa podría acarrear más pérdidas, también se podría aprovechar en nuestro beneficio para
obtener una rentabilidad mayor.
En ocasiones, podría haber situaciones en las que comprar un fondo en otra divisa
podría ser interesante.
Por ejemplo, si las comisiones son mucho menores, el efecto divisa podría
quedar compensado en parte. Del
mismo modo, si el gestor no trabaja más que una moneda concreta, puede tener suficiente conocimiento como
para anticipar sus movimientos o cubrir la inversión con otros instrumentos.
¿Mi fondo cubre el riesgo de divisas? Las comisión de gestión puede darte la respuesta
El riesgo de divisa se divide entre los activos en los que invierte el fondo y la moneda en la que esté
denominado, es decir, en la que lo compres. Si quieres saber cuánto pagas por este concepto, los costes de
gestión te darán la clave sobre lo caro que resulta protegerte ante el efecto
divisa. En este sentido, si
es el propio fondo quien se encarga de hacer el traspaso deberías repasar qué comisiones carga por cambiar
de la divisa en la que está denominada el fondo a euros.
Hay otras fórmulas para cubrir el riesgo divisa como invertir en ETFs de divisas, en derivados o en el
mercado de forex directamente, pero todas son poco intuitivas para el inversor minoritario. De hecho,
los
propios fondos pueden ser una herramienta para protegerse ante el riesgo divisa si, por
ejemplo, inviertes
en bolsa con acciones americanas, inglesas o japonesas.
En cualquier caso, en el caso de un inversor minoritario de fondos, lo importante es conocer cuáles son los
riesgos de comprar un fondo en una divisa diferente del euro y sus posibles consecuencias.
Así podremos
reducir la incertidumbre y, sobre todo, conocer dónde está invertido nuestro dinero.