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El objetivo fundamental de cualquier inversor es obtener la mayor rentabilidad asumiendo el menor riesgo posible . Sin embargo, en la práctica ambas cosas son muy difíciles de conseguir (por no decir imposibles) y más si, como ocurre en la actualidad, los productos de renta fija no proporcionan tanta rentabilidad debido a   los bajos tipos de interés que rigen el mercado .

No obstante, existen estrategias para tratar de reducir el riesgo sin renunciar a la rentabilidad que, además, son las preferidas por los principales inversores. Una de ellas es la diversificación o, como diría mi abuela, tratar de no poner todos los huevos en la misma cesta.

¿En qué consiste la diversificación?

En líneas generales, la diversificación consiste en no agotar todos nuestros recursos de una sola vez o, dicho de otro modo, no jugar todas nuestras bazas a una sola carta. Por ejemplo, imaginemos que tenemos 10.000 euros y utilizamos todo este capital para invertir en acciones de una sola compañía.

Nuestra rentabilidad dependerá de la evolución de los resultados de esta empresa, con lo que ello implica: podremos obtener una buena rentabilidad si las cosas van bien, pero también podremos perder la totalidad de la inversión si la empresa quiebra . Es decir, si las acciones de la empresa en bolsa aumentan un 15%, la rentabilidad de nuestra cartera será también del 15% (habiendo ganado 1.500 euros) si ocurre al contrario, y las acciones bajan un 15%, habremos perdido 1.500 euros.

Esta situación se evita invirtiendo nuestros capitales entre diferentes empresas o instrumentos financieros, que tengan unas características distintas en cuanto a su horizonte temporal, riesgo o país y sector en el que cotizan. De este modo, la rentabilidad no dependerá de un solo activo, sino de la evolución conjunta de varios de ellos.

¿Qué tipo de diversificaciones existen?

La diversificación desde el punto de vista de la inversión puede llevarse a cabo de varias formas y con diferentes activos financieros, tales como acciones, ETFs o depósitos bancarios y, sobre todo, fondos de inversión, que ya de por sí se encargan de diversificar la cartera en la que invierten en función de su perfil.

En cualquier caso, la diversificación óptima consiste en invertir en activos con características diferentes para compensar sus riesgos. En este sentido, lo recomendable es diversificar por categorías:

  • Diferentes rentabilidades y riesgos: buscando la combinación adecuada entre renta fija y renta variable, además de buscar diferentes niveles de rentabilidad y liquidez.

 

  • Diferentes sectores: todas las compañías de un sector se verán afectadas por una noticia relativa a alguna característica del mismo, tanto positiva como negativa. Una correcta diversificación de sectores ayudará a reducir este riesgo.

 

  • Diferentes áreas geográficas : una posible crisis en un país puede ser compensada por un crecimiento económico en otra área geográfica diferente.

¿Y cómo puedo diversificar mi inversión?

Mantener una cartera diversificada depende, en cualquier caso, de la capacidad económica del inversor . No podremos mantener posiciones en varios activos si ya tenemos acciones de una empresa y no disponemos de más dinero para adquirir otros valores. Pero esto no tiene por qué suponer un problema ya que, hoy en día, existen suficientes productos que ya de por sí están diversificados.

Tal es el caso de los fondos de inversión de renta mixta, com o el Fondo Moderado de ING DIRECT , que invierten en productos tanto de renta fija como de renta variable, reduciendo el riesgo de la renta variable a la par que aumentando la menor rentabilidad que en la actualidad ofrece la renta fija.

De hecho, cualquier fondo de inversión suelen invertir su capital en diferentes valores, de diferentes sectores, con distintos horizontes temporales, diferente riesgo y ubicados en zonas geográficas muy distantes entre sí. De esta manera, un evento adverso no tiene por qué afectar a toda la inversión por igual , de modo que la incertidumbre se reduce de forma notable.

En definitiva, si tienes tus ahorros en un solo producto de inversión, estarás dejando de obtener los beneficios a nivel de rentabilidad y riesgo que ofrece la diversificación, que es clave a la hora de conformar una cartera más eficiente.

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