El oro. Un metal precioso que tiene valor por sí mismo. Cuando las
tensiones vuelven a aparecer en los
mercados (y el tiempo nos ha enseñado que, cada cierto tiempo, vuelven a aparecer) la cotización del oro
sube. ¿Por qué? Porque el oro está considerado como un activo refugio. Para
entendernos, algo que, a
priori, destaca por su seguridad para cobijar nuestro dinero cuando todo lo demás sufre vaivenes. Algunos de
los activos refugio más conocidos son la deuda pública estadounidense, la alemana, el dólar o el franco
suizo.
El oro, no obstante, tiene el honor de ser uno de los pocos activos que en los últimos 15 años acumula una
revalorización del 300% a sus espaldas. Y eso que desde 2011 el metal precioso no ha escrito
los mejores
episodios de su historia. En agosto de 2011 el oro marcó su máximo histórico. En aquel momento se llegaban a
pagar 1.888 dólares por cada onza. El precio subía y subía como la espuma
en un momento lleno de tensiones
en el mercado: los rescates de países como Irlanda, Portugal o Grecia, las primas de riesgo disparadas, las
tensiones sobre el futuro del euro y la desaceleración en Estados Unidos…
El oro actúa como el mejor refugio ante los vaivenes. No en vano, es un activo con una alta liquidez
(siempre se puede convertir inmediatamente en moneda) y ningún Gobierno ni autoridad
controla su valor.
¿Qué ha pasado en los últimos años? Que las tensiones de los mercados han ido disminuyendo y los inversores
cada vez han visto con mejores ojos apostar por otros activos como las acciones (renta variable).
Esto ha hecho caer el precio del oro más de un 30% hasta marcar en diciembre del pasado año unos niveles de
1.050 dólares por onza. Pero no es el único motivo. Los principales países
importadores de oro son China e
India. Si la economía del gigante asiático se ralentiza, si el consumo se frena… son síntomas
de que el
sistema no pasa por su mejor momento y, por tanto, parece lógico que las importaciones de oro se resientan.
Además, el oro se paga en dólares y un encarecimiento de la divisa
estadounidense también resta atractivo al
metal precioso.
Esto nos lleva al momento actual. En diciembre el oro tocó su nivel más bajo de los últimos años pero las
caídas en las bolsas a causa de la desaceleración en China y los desplomes del petróleo han hecho que se
haya vuelto a convertir en el mejor refugio para muchos inversores. En lo que va de año, su precio ha subido
un 17%.
¿Cómo se invierte en oro?
Se puede invertir en oro de varias maneras. La primera es comprando lingotes o
monedas, aunque siempre está
el problema de la seguridad porque… en algún sitio tendrás que guardarlos después. Otra opción es invertir a
través de un bróker que ofrezca ETFs (fondos cotizados) que inviertan en lingotes de oro o en empresas
relacionadas con la minería de oro (puedes encontrar, principalmente, estos dos tipos de
productos).