¿Conoces el dicho de no hay que poner todos los huevos en una misma cesta? Esa es la base de la diversificación, uno de los requisitos para crear una cartera de inversión equilibrada y que aguante en los peores momentos.
Diversificar consiste en invertir en más de un tipo de producto, sector o área geográfica. En otras palabras, no convertir tu inversión en una ruleta donde te lo juegas todo a un solo color.
Ventajas de la diversificación
El principal beneficio de diversificar tus activos es que ayuda a reducir el riesgo de tus inversiones. Si inviertes todo tu dinero en una sola empresa, el riesgo de sufrir pérdidas es enorme. Imagina que esa empresa tiene problemas económicos o que su plan de ventas no sucede como esperabas. Toda tu inversión sufrirá y puedes llegar a perder buena parte de tu dinero.
Diversificar tus inversiones en diferentes empresas con características distintas y de distintos países ayudará a reducir la exposición de tu capital a los posibles problemas de una empresa concreta, un área de actividad o incluso una región del mundo.
Para entender el poder de la diversificación piensa en dos inversores.
El primero, invierte en acciones de empresas españolas, Letras del Tesoro español y fondos que invierten en España. La cartera está algo diversificada con diferentes tipos de activos (bolsa y deuda del Estado ), pero no tiene en cuenta el riesgo de invertir en un solo país . Toda su inversión se concentra en España. Si hay una mala noticia que afecte a todo el país, todas las inversiones podrían verse afectadas.
El segundo, también tiene acciones y bonos, pero de varios países. Una mala noticia sobre España afectará a su cartera, pero mucho menos.
A modo de ejemplo, en España tendemos a invertir más en los productos nacionales (acciones del Ibex 35, por ejemplo), porque es lo que mejor conocemos. La ciencia que estudia el comportamiento humano al invertir ha llamado a esto el “sesgo del país de origen”. Sin embargo, el peso de España en la economía mundial es sólo el 1,40 % (según los datos del Banco Mundial).
Cómo diversificar tu cartera
¿Qué puedes hacer para diversificar tus inversiones de forma sencilla? Hay formas muy fáciles por las que puedes empezar:
Invertir en empresas de diferentes países y sectores
Una forma inicial de diversificar tu cartera es invertir en diferentes mercados y sectores de todo el mundo. Porque no todos los negocios reaccionan igual a los cambios en el mercado (tanto para bien como para mal).
Un buen ejemplo lo vivimos con el coronavirus. La caída en renta variable fue general, pero no todos los sectores sufrieron de la misma forma: las acciones de empresas cuyas ventas dependían de las tiendas físicas sufrieron más que los negocios online o las empresas de logística y reparto.
El lado positivo es que reduce la probabilidad de perderse grandes subidas de un sector concreto. Pensemos en el segundo trimestre del 2023, cuando el mercado se empezó a dar cuenta de las posibilidades de la inteligencia artificial generativa con el lanzamiento de Chat GPT, y las empresas que se pueden beneficiar de estos cambios se dispararon en bolsa.
Invertir en productos diferentes: oro, renta fija, renta variable...
Para diversificar adecuadamente tu cartera, se suele recomendar distribuir tu patrimonio entre activos cuya rentabilidad no está correlacionada.
Especialmente para aquellos inversores que tienen miedo a sufrir grandes caídas del mercado.
¿Qué significa que no esté correlacionada? Que, analizando sus datos históricos, ante una misma situación de mercado, no se comportan de la misma manera (por ejemplo, uno sube y otro baja, o uno baja y el otro se queda plano). En otras palabras, no están expuestos a los mismos riesgos, por lo que representan una buena ‘red de seguridad’ ante eventos que generan caídas fuertes en los mercados, como una pandemia o una guerra.
La traducción práctica es que suele ser una buena decisión meter el dinero en productos que tengan reacciones diferentes a la coyuntura. Una buena referencia es el oro, considerado tradicionalmente un ‘valor refugio’ al que acudir en tiempos de crisis, ya que encaja mucho mejor el impacto de una actualidad internacional adversa.
Un ejemplo de cartera no correlacionada podría ser una que cuenta con activos de renta variable (bolsa), renta fija (deuda de empresas o países), oro, y en el sector inmobiliario. Cada uno de estos cuatro activos se comporta de forma diferente ante una crisis como la del coronavirus, por ejemplo.
La gran debilidad de analizar la correlación es que depende de datos históricos, y éstos no siempre se repiten. Por ejemplo, durante el año 2022, ante las rápidas subidas de tipos, bajó la bolsa y bajó la renta fija, aunque tradicionalmente se habían considerado productos poco correlacionados.
Por motivos como este, algunos analistas defienden que, para aquellos que invierten a largo plazo (más de 7 años) la bolsa mundial está suficientemente diversificada y tiende a ser más rentable que las combinaciones de renta variable con otros activos. Aunque esto también está fundamentado en datos históricos.
Los fondos de inversión como opción sencilla
Los fondos de inversión, son una opción sencilla para diversificar, porque juntan el dinero de inversores para invertirlo en muchas cosas (no es lo mismo diversificar como inversor particular, comprando 20 acciones distintas, que a través de un fondo, que puede tener 150 acciones distintas, con mucho menos coste operativo).
Sin embargo, hay que fijarse bien en qué invierten, no todos diversifican en distintos productos ni en distintos sectores:
Hay fondos que ya están diversificados, para que los inversores no tengan que buscar más. Tienen una combinación de productos concreta y responden a las necesidades de distintos perfiles de inversores. Por eso suelen llamarse perfilados.
Hay inversores que utilizan los fondos de inversión como forma de diversificar, pero prefieren diseñar ellos su estrategia de diversificación. Para eso suelen elegir fondos indexados o temáticos, de forma que invierten en todas las acciones de un índice (o varios), o en una muestra grande de bonos, o en las principales empresas de un sector que les parezca interesante…
Los fondos de inversión están pensados para el largo plazo y su principal ventaja son los menores costes, en comparación con invertir en todos los productos que incluyen.
Invertir en distintos momentos
Quizá la menos conocida de las formas de diversificar es la diversificación en el tiempo. Es decir, invertir en distintos momentos para evitar comprar en el pico de mercado. Reduce la presión de elegir en qué momento comprar (que paraliza a muchos que quieren empezar a invertir), abriendo también la inversión a aquellos que no pueden destinar mucho dinero de golpe, pero sí un poco cada cierto tiempo.
