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¿Cómo podemos compensar las pérdidas y ganancias de nuestras inversiones en el IRPF?
Apenas pensamos en ello durante el año, pero hay dos momentos en los que recordamos que las pérdidas y ganancias de nuestras inversiones le importan también a Hacienda. El primero es en abril, cuando recopilamos la información sobre el año previo. El segundo es en diciembre, mes en el que muchos intentan compensar los beneficios obtenidos vendiendo algo en lo que estén perdiendo dinero. Los básicos: dos grandes bloques en la declaración de la renta Hacienda cobra el Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) a todos aquellos que obtenemos dinero (rentas) de alguna manera: trabajo, ahorro, inversión, alquiler o venta de casas… a partir de una cantidad mínima. Pero no todas las rentas pagan el mismo porcentaje de impuestos, sino que se dividen en dos categorías (la base imponible es la cantidad sobre la que se calculan los impuestos): La base imponible general: aquí se acumulan fundamentalmente las rentas del trabajo (incluyendo los negocios propios), pero también si tenemos algún piso alquilado, o si rescatamos un plan de pensiones. A la cantidad que sumen estos conceptos se le aplican estos tipos por tramos (los tipos exactos varían según la comunidad autónoma, para esta tabla usamos los tipos aplicables a los residentes en el extranjero, como dato aproximado):
Ver versión accesible de la tabla Tabla Hasta 12.450 euros se paga un 19%.
Entre 12.450 euros y 20.200 euros, un 24%.
Entre 20.200 euros y 35.200 euros, un 30%.
Entre 35.200 euros y 60.000 euros, un 37%.
Entre 60.000 euros y 300.000 euros, un 45%.
A partir de 300.000 euros, un 47%.

La base imponible del ahorro: en esta categoría se incluyen las rentas que genera nuestro dinero (rendimientos del capital mobiliario) y las ganancias o pérdidas que hayamos tenido al vender nuestras pertenencias (ganancias y pérdidas patrimoniales). También se aplican tipos por tramos, pero son más sencillos (y no varían en función de la comunidad autónoma):
Ver versión accesible de la tabla Tabla Hasta 6.000 euros se paga un 19%.
Entre 6.000 euros y 50.000 euros, un 21%.
Entre 50.000 euros y 200.000 euros, un 23%.
Entre 200.000 euros y 300.000 euros, un 27%.
A partir de 300.000 euros, un 28%

Vamos a ver este último en detalle, que es donde podremos hacer la compensación de lo que hayamos ganado y perdido con nuestras inversiones.
¿Cómo se calculan los rendimientos del capital mobiliario? Se incluyen aquí los beneficios que genera nuestro dinero durante el año: Por tener el dinero invertido podemos obtener dividendos, primas de asistencia a juntas, intereses, u otros rendimientos. Esto es más común si tenemos acciones, pero también aplica si nuestro fondo de inversión reparte dividendos. A esta cantidad hay que quitarle los gastos de administración y depósito que hayan salido de nuestra cuenta (es decir, no podemos restar las comisiones de gestión que se descuentan de un fondo, o las que nos cobre un gestor por ayudarnos con nuestras inversiones).

Si el dividendo es flexible (nos dan la opción de recibir dinero o acciones) dependerá de qué opción hayamos elegido:

Si cobramos el dividendo en acciones, no se considera rendimiento en la declaración de la renta. Pero en el futuro, cuando vendamos nuestras acciones, estas acciones se considerarán compradas a coste cero, es decir, el precio de venta será igual al beneficio obtenido. Si vendemos los derechos de suscripción a la empresa a precio fijo, se consideran dividendos normales. Si vendemos los derechos de suscripción en el mercado, se consideran una ganancia patrimonial.
Las primas de emisión de acciones que cotizan, recibidas por ampliaciones de capital, no entran aquí, sino que reducirán el precio de compra declarado cuando vendamos las acciones. Por ceder nuestro dinero a otros solemos recibir intereses o rendimientos: en la cuenta de ahorro del banco, en un depósito a plazo fijo, si tenemos letras, bonos u obligaciones (tanto por el pago del cupón como por subidas de precios al llegar a vencimiento), por prestar dinero a otras personas, o por prestar nuestras acciones.
También aquí hay que quitar las comisiones de mantenimiento que hayamos pagado o por la administración y depósito de los títulos de renta fija.
Por tener seguros que generen rentas, en dinero o en especie, si el que ha contratado el producto es también el beneficiario.
¿Cómo se calcula la ganancia o pérdida patrimonial en el IRPF? Dentro de las ganancias y pérdidas patrimoniales, podemos distinguir por categorías: Los resultados de vender algo que es de nuestra propiedad (hayamos tenido ganancia o pérdida): casas o fincas, plazas de garaje, locales comerciales, acciones, fondos de inversión, criptomonedas, derivados financieros… Los coches sólo se consideran si son históricos y han aumentado de valor, si no, se asume que el menor precio se debe al desgaste y no forma una pérdida patrimonial. Las ganancias patrimoniales que no se deben a una venta, como los premios o subvenciones. Las ganancias al permutar bienes o derechos. Aunque hay numerosas excepciones y exenciones en las distintas categorías, este es el apartado donde debemos incluir los resultados de vender, con pérdidas patrimoniales o ganancias, nuestras acciones y fondos de inversión.
¿Cómo funciona la compensación de rentas del ahorro? En la declaración de la renta, a la hora de sumar la base imponible del ahorro (la cantidad total de rentas del ahorro sobre la que se aplica luego el impuesto), se consolidan primero cada uno de los bloques: todos los rendimientos del capital mobiliario por un lado y todas las pérdidas y ganancias patrimoniales por otro. Una vez que tenemos la cantidad que supone cada uno, Hacienda permite compensar hasta el 25% de los resultados negativos de una categoría con los resultados positivos de otra. Es decir, a los dividendos que recibamos por nuestras acciones y a los intereses que nos paga la cuenta, se les quitan los gastos de administración por la cuenta de valores y por la cuenta de ahorro (si los hubiera). Y en paralelo, a los beneficios por la venta de un piso le podemos quitar las pérdidas patrimoniales por la venta de unas acciones o de un fondo. Una vez determinados los dos bloques, si los dos tienen un resultado positivo, ambos se sumarán para formar la base imponible del ahorro. Pero si uno de los dos tiene resultado negativo (es más común que sea el bloque de pérdidas y ganancias), se puede reducir un 25% del resultado positivo del otro bloque, y el resto se podrá compensar en el IRPF de los cuatro años siguientes. Aquí de nuevo hay una excepción: la “norma anti-aplicación”. Si se venden acciones o fondos y se compran otros iguales u homogéneos en el plazo de dos meses, no se considera una pérdida patrimonial. Esta norma buscar evitar que los inversores vendan antes de final de año para tener minusvalías y reducir su base imponible del ahorro, a pesar de querer mantener esa inversión.
¿Hasta cuándo puedo compensar las pérdidas? Como hemos visto, si queremos compensar pérdidas en nuestras acciones, la primera opción es hacerlo en el mismo año, con ganancias dentro del mismo apartado de ganancias y pérdidas patrimoniales. Sin embargo, si no conseguimos compensar toda la cantidad negativa en su categoría, podremos compensar un 25% con el resultado positivo de los rendimientos del capital mobiliario. Y el restante 75% podremos compensarlo durante los próximos cuatro años. Así que no te olvides, si tuviste pérdidas patrimoniales en años anteriores puede que en la declaración de este año puedas compensar parte de esas pérdidas con las ganancias del año que estás declarando.
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